Fauna silvestre, ¿mercancía lujosa o seres vivos?

Autora: Fernanda Zelayarán

Perú es un país conocido por su amplia diversidad en su flora y fauna, sin embargo, asegurar la protección de las miles de vidas que habitan dentro de sus ecosistemas heterogéneos, no es una labor sencilla. 

 

De acuerdo con la organización internacional USAID, actualmente el tráfico ilegal de animales en Perú amenaza a más de 340 especies de vida silvestre (Insight Crime 2020, como se citó en USAID, s.f.). El estudio confirma que las especies con mayor amenaza son la tortuga acuática taricaya. 

Fuente: Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP), 2021. Web Gobierno del Perú.

¿Qué es el tráfico ilegal de fauna silvestre?

Para hablar sobre “tráfico ilegal de fauna silvestre”, primero debemos familiarizarnos con el término. De acuerdo con Clima de Cambios, una iniciativa de la PUCP cuyo objetivo es informar y sensibilizar a la ciudadanía sobre los impactos del cambio climático en el país y el mundo, se define al tráfico ilegal de fauna silvestre como: “Una actividad que pone en peligro a diversas especies de animales tanto a nivel global como a nivel nacional” (Clima de Cambios, 2023). La publicación añade que, de acuerdo con la organización federal USAID (s.f.), actividades como la caza, captura y contrabando posicionan en un riesgo muy alto a las especies silvestres.

 

Asimismo, el estudio reitera que la mayoría de animales silvestres que habitan en nuestro país se encuentran en inminente peligro de tráfico ilegal, incluso en sus propios hábitats. En otras palabras, el tráfico ilegal de fauna silvestre es la compraventa de animales vivos y sintientes, a cambio de una fuerte suma de dinero. Esta transacción comercial refuerza una visión en la que los animales no son considerados como seres sintientes, negándoles el derecho a vivir en armonía con la naturaleza, libres de intervención humana.

 

Bajo esta línea, USAID (s.f.) sostiene que las regiones con mayores índices de caza ilegal de fauna silvestre son Ucayali, Madre de Dios, y Loreto, resaltando este último con la región con mayor riesgo. En complemento, otro informe de Clima de Cambios publicado el 2021, el cual cita al estudio de Wildlife Conservation Society (WCS), añade que Perú posee 16 regiones en donde fueron encontradas 324 zonas de extracción ilegal de fauna silvestre, de las cuales la mayoría se encuentran ubicadas dentro de la Amazonía peruana, haciendo bastante énfasis nuevamente en Loreto, Ucayali, Madre de Dios y Cusco. Adicionalmente: “… encontraron 171 zonas de ventas de animales silvestres a nivel nacional, el 60% de estas se localiza en Cusco, Ucayali, Loreto, Tacna y Lima” (Wildlife Conservation Society [WCS] 2018, como se citó en Clima de Cambios, 2021). 

Fuente: Wildlife Conservation Society (WCS), 2024 - Vía Instagram

Complementariamente, la publicación del 2023 también elaborada por Clima de Cambios, comenta que, según el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR, 2021), en Perú se decomisan aproximadamente 5000 especies de forma anual, lo cual significa una pérdida considerable de la fauna silvestre, pieza clave para el desarrollo óptimo de los ecosistemas y biodiversidad. Adicionalmente, Clima de Cambios sostiene: 

 

En el territorio peruano, diversas especies de fauna silvestre son objeto de un intenso tráfico ilegal, entre las que  destacan el otorongo, la tortuga taricaya, la iguana, la rana gigante del lago Titicaca, y primates como el mono fraile, el mono choro y el mono tití, además de aves como el loro, el guacamayo, el pihuicho y el botón de oro. (Clima de Cambios, 2023, párr. 6).

 

Ahora bien, explorar sobre las normativas vigentes que protegen la fauna silvestre es motivo de otro artículo en donde se exponga el rol —probablemente débil— del Estado peruano. Si bien es cierto, por ejemplo existe la Ley N° 29763 la cual sanciona la compraventa de animales silvestres, sin embargo, es bien sabido, y las estadísticas confirman, que la fauna silvestre aún se encuentra en una lista no prioritaria sobre protección y ejecución de sanciones en la agenda de las políticas públicas. Ello muy probablemente recae en la perspectiva especista que caracteriza a la sociedad.

¿Qué está en nuestras manos?

Es válido sentirnos pequeño(a)s y frustrado(a)s ante esta situación global que aparentemente escapa de nuestras manos. Sin embargo, como todo en esta vida, todo radica en el activismo que podemos lograr en conjunto. En primer lugar, considero que un paso en el que debemos estar alineados es el siguiente: 

“Los animales son seres tan sintientes como nosotros, y por ende, merecen el mismo respeto y derecho a vivir en armonía con su hábitat” (Zelayaran, 2025).

No se puede accionar contra ninguna injusticia medioambiental si primero no reconocemos y otorgamos empatía hacia toda clase de seres vivos, y ello irrefutablemente involucra a la flora y fauna del medioambiente que nos permite seguir con vida. Al contrario de como se suele pensar, la naturaleza —y los seres que habitan dentro de ella—, son seres sintientes, se ha comprobado incluso que los árboles —lo mismos que esta iniciativa, Amazonía Aquí, busca proteger y restaurar— son seres sociales. De acuerdo con la publicación de The New York Times (2016), quien cita al silvicultor y guardabosques alemán Peter Wohlleben, autor del libro ‘La vida secreta de los árboles’ (2015): “…los árboles en un bosque son entes sociales. Pueden contar, aprender y recordar; cuidan de sus vecinos enfermos; se alertan mediante señales eléctricas a través de una red de hongos conocida como la “Wood Wide Web” (Red Forestal Mundial)…” (Wohlleben, 2015, como se citó en The New York Times, 2016).

Foto: SERFOR

De esta forma, considero que el día que se encuentre internalizado en nosotros la perspectiva de ver a nuestro entorno ecosistémico como otro ser vivo equivalente y merecedor de respeto, y no como un recurso al cual explotar y lucrar a costa de su destrucción, estaremos listos para luchar y ejecutar un activismo consciente a favor de una causa clave: la conservación y restauración de la flora y fauna silvestre. Personalmente, nada me parece más poderoso que un grupo de personas unidas, trabajando por un cambio positivo tanto para su entorno medioambiental como para sí mismos, pues la naturaleza es nuestra fuente de vida.

 

 

 

Bibliografía:

 

  1. Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, s.f.). La caza en casa. De mascota a tráfico internacional. Recuperado de: 

https://preveniramazonia.pe/delito-ambiental/trafico-ilicito-de-vida-silvestre/

 

  1. Clima de Cambios PUCP (2021). Tráfico ilegal de fauna: un problema latente que no se detiene. Recuperado de: 

https://www.pucp.edu.pe/climadecambios/noticias/trafico-ilegal-de-fauna-un-problema-latente-que-no-se-detiene/

 

  1. Clima de Cambios PUCP (2023). Especies en peligro: combatiendo el tráfico ilegal de fauna silvestre en Perú. Recuperado de:

https://www.pucp.edu.pe/climadecambios/noticias/especies-en-peligro-combatiendo-el-trafico-ilegal-de-fauna-silvestre-en-peru/

 

  1. Gobierno del Perú (s.f.). Apadrina una taricaya, conserva Pacaya: Reactivan campaña para conservación de tortugas taricayas de la Reserva Nacional Pacaya Samiria. Recuperado de:

https://www.gob.pe/institucion/sernanp/noticias/545218-apadrina-una-taricaya-conserva-pacaya-reactivan-campana-para-conservacion-de-tortugas-taricayas-de-la-reserva-nacional-pacaya-samiria 

 

  1. The New York Times (2016). Los árboles también tienen sus propias redes sociales. Recuperado de: 

https://www.nytimes.com/es/2016/02/05/espanol/los-arboles-tambien-tienen-sus-propias-redes-sociales.html

 

  1. Wildlife Conservation Society (WCS, 19 de septiembre 2024). Instagram. Recuperado de:

https://www.instagram.com/wcsperu/p/DDxBsnERBsW/?img_index=2