Autora: Luana García
«La miré. Estaba temblando, no lloraba, pero sí vibraba. Sentí que algo le pasaba. Lo sentí en sus ojos» — Christy, facilitadora de Educación Sexual Integral (ESI) en Madre de Dios y egresada de la Tercera Edición de Generación Sin Tabúes.
Hay historias que no necesitan gritos para ser escuchadas. Basta con el temblor de una adolescente al escuchar sobre el consentimiento y técnicas para prevenir la trata de personas.O con el comentario espontáneo de un alumno que dice: “yo no quiero que me enseñen esto, mi mamá ya lo hace”, con la extrañeza de quien asocia estos temas a la intimidad del hogar, y no a un espacio público como la escuela. En el aula, hablar de sexualidad es aún inusual, cuando en realidad debería ser un derecho garantizado para todos y todas.
Christy Paucar Cahua tiene 20 años, es estudiante de Derecho de la Universidad Andina del Cusco con filial en Puerto Maldonado, y desde hace un año es una de las líderes locales formadas por la asociación juvenil Hablemos Sin Tabúes. Su experiencia en la tercera edición del programa Generación Sin Tabúes no solo la llevó a aprender sobre derechos sexuales, trata de personas y métodos anticonceptivos, sino a enfrentarse a una realidad cruda que muchas veces se ignora: la violencia sexual infantil en la Amazonía.

La región donde la niñez calla
Según el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), en Madre de Dios, se reportaron más de 7,000 casos de violencia contra niñas, niños y adolescentes en los últimos dos años. El 87% de las víctimas fueron niñas. Y los agresores, en la mayoría de casos, eran personas cercanas: padrastros, vecinos, incluso docentes.
Además, Madre de Dios tiene una de las tasas más altas de embarazo adolescente en el país, con una incidencia del 23.2%, según datos de ENDES (2022). Según Ojo Público, en los últimos cinco años, se registraron 721 nuevos casos de menores de edad con VIH en la Amazonía, incluyendo Madre de Dios. Esto representa el 40% de los casos de niños y adolescentes de todo el Perú (2024).
Pero más allá de las cifras, están las sensaciones y experiencias que Christy presenció en los salones.
«Aquí se normaliza que una menor esté con un adulto. Dicen que es por costumbre. Pero no es cultura, es violencia.”
Christy se ha parado frente a decenas de adolescentes para hablar de ESI. Lo ha hecho con miedo escénico, pero enfrentó todo ello por convicción a transformar la educación. Con el apoyo de Sin Tabúes y los propios estudiantes, desarrollan una metodología participativa y dinámica en cada taller. Utilizan condones de demostración, dinámicas lúdicas y hasta premios para atraer la atención de los chicos.

Una nueva juventud que enseña, aprende y protege
Hablemos Sin Tabúes es una organización sin fines de lucro liderada por jóvenes que promueve la Educación Sexual Integral en diversas regiones del país, incluida la Amazonía. Con programas como Generación Sin Tabúes, no solo forman a futuros educadores juveniles, sino que también crean espacios seguros en escuelas públicas para hablar —sin miedo— de lo que muchos adultos prefieren evitar: sexualidad, consentimiento, violencia, derechos, trata.
«Yo entré por curiosidad. Quería aprender sobre sexualidad para mí, pero terminé enseñando y transformando a otros.” Christy no solo dio talleres. También presenció debates entre adolescentes, y respondió preguntas incómodas —como la de un estudiante que quiso saber qué era una “ninfómana”—, algunos momentos de tabúes pero que terminaron siendo de complicidad.
“A veces los chicos se reían o decían ‘qué asco’, pero luego eran los mismos que se acercaban a preguntar más.” El impacto fue claro. Los estudiantes dejaron de mirar al suelo cuando se hablaba de métodos anticonceptivos. Empezaron a levantar la mano, a participar en juegos sobre consentimiento, a debatir entre ellos sobre los derechos sexuales. La Feria Educa Sin Tabúes, organizada como cierre del ciclo de talleres, fue una explosión de interés. “¡Querían entrar a todos los stands, no se querían ir!”, cuenta Christy con orgullo.

Cuando el Estado calla, los jóvenes hablan
Pero no todo fue fácil. Preparar un taller en Madre de Dios implica más que imprimir una ficha o llevar plumones. Es luchar contra la falta de apoyo institucional, la ausencia de materiales visuales, el miedo de los docentes a hablar “de esos temas” y una cultura que ha romantizado el silencio.
“Muchas veces nos dicen que aquí las cosas son así por cultura. Pero ¿qué cultura acepta que una niña sea víctima de trata o que un embarazo adolescente sea ‘normal’?”
La cultura de la violencia es muchas veces entendida erróneamente como algo inamovible o nato del lugar. En la selva existe este prejuicio. Cuando la realidad es que existen muchas causas estructurales como el abandono estatal, la falta de educación sexual integral, justicia y protección efectiva. El estigma invisibiliza a las víctimas y justifica la inacción estatal.
Hoy en día, más jóvenes de Madre de Dios se suman a este sueño. Tras un destacado empeño, Christy es ahora socia oficial de Sin Tabúes y tiene claro su próximo objetivo: llevar talleres de ESI a comunidades indígenas donde el acceso a la educación es aún más limitado. Su sueño es crear un espacio de apoyo emocional para adolescentes víctimas de violencia o con dudas sobre su identidad sexual. Un espacio para decir: “no estás solo, no estás sola”.

¿Qué pide Christy al gobierno?
- Que se sancione a los agresores sin importar su cargo o posición social.
- Que se fortalezcan los programas de ESI en todas las escuelas del país, especialmente en zonas indígenas.
- Que se supervise con seriedad a las autoridades locales, policías y fiscales que muchas veces ignoran las denuncias.
- Que se deje de justificar la violencia como parte de la cultura amazónica. “No es costumbre. Es una emergencia”, sentencia.

¿Por qué es importante contar su historia?
Porque la violencia sexual en la Amazonía no es un rumor, es una estadística cruda. Porque las niñas que tiemblan en silencio merecen algo más que lástima. Merecen justicia, información y oportunidades.
Porque una joven de 20 años puede hacer más por la prevención del embarazo adolescente que muchas políticas públicas mal implementadas.
Porque, como dice Christy, “con lo que he aprendido, puedo cambiar vidas”. Y una nueva generación en resistencia ya lo está haciendo.

¿Quieres conocer más sobre su experiencia?
Referencias:
Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables. (2024, 28 de octubre). Más de 1.2 millones de niñas, niños y adolescentes en la Amazonía son protegidos con estrategia de prevención del MIMP. Gob.pe. https://www.gob.pe/institucion/mimp/noticias/1113558-mas-de-1-2-millones-de-ninas-ninos-y-adolescentes-en-la-amazonia-son-protegidos-con-estrategia-de-prevencion-del-mimp
Ojo Público. (2024, 18 de abril). Amazonía concentra el 40% de los casos de niños y adolescentes con VIH. Ojo Público. https://ojo-publico.com/5461/amazonia-concentra-el-40-los-casos-ninos-y-adolescentes-vih
Montalvan-Santillan, José, Flores-Cortez, Daisy (2024). Determinantes del Embarazo Adolescente en el Perú: Un análisis secundario de la Encuesta Demográfica de Salud Familiar (ENDES) 2022. Revista Peruana de Investigación en Salud, Vol. 9, no. 3, pp. 01 – 08. https://doaj.org/article/5ba86e38938642de99f3d03f1adbf5c7