Una teleconexión mutualista: narrativa de interdependencia entre los Glaciares Andinos y la Amazonía

Autora: Eylin Sánchez

¿Qué es el agua?, ¿Cómo definirías el agua? son preguntas que nos acompañan desde que tenemos uso de razón y con ello se insertan en la discusión cliché y superficial de la valoración del agua. Algunas respuestas usuales son del tipo “el agua es vida” o algunas más técnicas como “el agua es un fluido y disolvente universal”. Así como estas valoraciones, una multiplicidad de otras viajan flotando fonológicamente de una forma cliché sin llegar a valorarse en la relación diaria que se tiene con el agua.

Desde el centralismo peruano lo caótico del día a día y la pobre educación ambiental contribuyen a ignorar la grave tendencia de menor disponibilidad hídrica. No obstante, en la mayoría de los centros poblados andinos/amazónicos la visibilidad y preocupación se ha incrementado en las últimas décadas:

“Desde la sombra de una vivienda de adobe que domina el río Santa, en Perú, Jimmy Melgarejo contempla con los ojos entrecerrados los picos mellizos de la montaña de Huascarán, que se eleva hacia un cielo sin nubes. “La nieve sigue alejándose,” dice Melgarejo, un agricultor preocupado por su subsistencia. “Va subiendo, poco a poco. Cuando desaparezca, no habrá agua.” 

Fuente: Infobae- 30 de marzo del 2025

Los glaciares son grandes torres de reserva de agua dulce, factor clave para el desarrollo de las dinámicas socio-ambientales cuenca abajo. Alrededor del 68% de los glaciares tropicales del mundo se localizan en el país, a pesar de ello 1514 glaciares peruanos se han extinguido durante las últimas seis décadas. Este comportamiento de retroceso glaciar impacta en la seguridad hídrica de las cuencas andinas, sobre todo durante la época seca pero muy poco se incluye el impacto en las cuencas amazónicas. El vínculo se centra en que una variedad de ríos amazónicos nacen en las alturas de las Cordilleras como el Vilcanota y Carabaya y atraviesan miles de kilómetros para formar sus meándricos cauces en las llanuras amazónicas. 

 

Por otro lado, desde un análisis de dirección contraria a las agujas del reloj, los majestuosos bosques amazónicos juegan un rol clave en la acumulación de nieve  y con ello contribuyen de manera positiva al balance glaciar. Sin embargo, debido al cambio en el uso de suelo e inserción de actividades industriales-comerciales con mayor intensidad, la Amazonía se comporta como uno de los factores génesis en el incremento de las tasas de pérdida glaciar.

 

Estos roles antagónicos se explican a partir de las teleconexiones atmosféricas Amazonía- glaciares. Las masas de aire desde el océano Atlántico movilizan grandes cargas de humedad. A medida atraviesan los bosques amazónicos se comportan como fuentes de agua necesaria para las funciones biológicas de la vegetación arbórea. Una vez los árboles usan el agua se recicla a partir de la evapotranspiración y consecuente formación de nubosidad cargada de vapor de agua que, a medida se mueve hacia la zona andina se convierte en precipitación. De esta forma, los bosques construyen su propio sistema de reciclaje hídrico o también denominados los grandes “ríos voladores”.

Fuente: Federico Rios (National Geographic)- 23 de agosto del 2024

Las masas de aire con alta carga de humedad desde el Atlántico sumado la humedad agregada por los sistemas de reciclaje hídrico de los bosques Amazónicos ascienden con ayuda de las variaciones topográficas formando precipitaciones en los distintos pisos altitudinales. Finalmente, las masas de aire que llegan a los picos altos donde la temperatura disminuye abruptamente generan precipitación en forma sólida que son la base para la acumulación de nieve e inicio de la formación glaciar con el pasar de los siglos Actualmente, además del incremento de las temperaturas y una mayor velocidad en la tasa de deshielo se suma la problemática de disminución de la carga hídrica de los ríos voladores debido a la alta sensibilidad de los bosques al incremento de sequías, reducción de recarga hídrica en épocas secas desde las altas zonas montañosas y la deforestación desgarradora que sabaniza la franja boscosa de la cuenca Amazónica.

Fuente: Eylin Sánchez

Adicionalmente a la reducción del volúmen de agua de los ríos voladores, a causa de los cambios de uso de suelo en la Amazonía, que contribuye como input negativo para el equilibrio de la dinámica glaciar también salta a la vista un segundo factor crítico denominado acumulación de carbono negro.Producto de la combustión incompleta de la quema de biomasa y la dinámica industrial productiva y automotriz, la carga de carbono negro es movilizada por las masas de aire y depositadas en los glaciares. Además de que los glaciares son reguladores hídricos, también son estabilizadores climáticos debido a la propiedad de su albedo o capacidad de reflectividad de la radiación entrante lo cual conduce a mantener las superficies y alrededores fríos. Con el incremento del deshielo y consecuente incremento de suelo desnudo se ha incrementado las tasas de calentamiento e incremento de las tasas de fusión (derretimiento de masa glaciar). La suma de deposición de carbono negro produce una mayor absorción de la radiación, acumulación y emisión provocando islas de calor que impulsan la pérdida glaciar.

 

La tendencia de pérdida de cubierta glaciar es un hecho, no se puede evitar. Este hecho irreversible ha sido confirmado por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático y los efectos ya son palpables sobre todo por las comunidades andinas-amazónicas que interactúan de forma más cercana y respetuosa con la “persona agua” como muchas veces la denominan. Aunque suene deprimente, conocer estos hechos debe convertirse en el impulso para actuar en el tramo de generación de innovación para mitigar y ser resilientes frente a los efectos de la inseguridad hídrica. La inserción de la población en las decisiones y estrategias de gestión sostenible , manejo territorial, planificación y  gestión de riesgo de desastres es imperante y fundamental para lograr una gestión integrada de recursos hídricos eficiente y real a corto-mediano plazo.

“(…) que la naturaleza siga hablando, nos sigue conversando pero por nuestra racionalidad no le hacemos caso (…)” (Magdalena Machaca-criadora de agua de lluvia en Quispillacta, Churchill, Cangallo, Ayacucho)

 

 

 

Referencias:

 

Schoolmeester, T., Johansen, K.S., Alfthan, B., Baker, E., Hesping, M. y Verbist, K. (2018). Atlas de Glaciares y Aguas Andinos. El impacto del retroceso de los glaciares sobre los recursos hídricos. UNESCO y GRID-Arendal. Recuperado de

https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000266209

 

PuntoEdu. (s.f.). Amazonía: futuro hídrico. Recuperado de https://puntoedu.pucp.edu.pe/amazonia-futuro-hidrico/

 

Proyecto Cuenca Amazónica. Noticia: Monitoreo glaciológico: fortaleciendo la resiliência de las comunidades andinas y amazónicas (2025). Recuperado de https://aguasamazonicas.otca.org/monitoreo-glaciologico-fortaleciendo-la-resiliencia-de-las-comunidades-andinas-y-amazonicas/

 

Molina, D. A., & Avellaneda-Torres, L. (2018). Influencia de la deforestación y el cambio climático en la formación de los ‘ríos voladores de la Amazonia’ y su impacto en la disponibilidad hídrica de Bogotá y la región circundante.1 Acta Amazónica, 48(3), 223-232.

https://sinchi.org.co/files/publicaciones/revista/pdf/13/3.%20Influencia%20de%20la%20deforestacio%CC%81n%20y%20el%20cambio%20clima%CC%81tico%20en%20la%20formacio%CC%81n%20de%20los%20%E2%80%9Cri%CC%81os%20voladores%20de%20la%20Amazonia%E2%80%9D%20y%20su%20impacto%20en%20la%20disponibilidad%20hi%CC%81drica%20de%20Bogota%CC%81%20y%20la%20regio%CC%81n%20circundante.pdf